Reconozcamos que #kanban es un método que encaja a la perfección en muchísimos sectores, industrias y áreas. Y no por compararlos, pero incluso muchísimo más que scrum.

Cierto es que #kanban tiene menos glamour que otros frameworks y/o práctica, al ser un método menos disruptivo y menos molón a la hora de ponerlo en marcha. Y es, posiblemente, por este motivo, por el que se comete el error de no adoptarlo y trabajarlo en pro de usar otro marco “algo más agile”.

Pero cuando profundizas y cuando vas más allá de una mera #visualización del flujo de trabajo (tablero), encuentras en kanban un pozo bien profundo de mejora. Y mejora de la buena.

Kanban en puro Kaizen

Esa mejora llega porque así como #Obelix cayó en la #marmita y de ahí su fuerza y sus poderes, debemos también nosotros caer sin miedo en la marmita de sus #valores, sus #principios y sus #prácticas al completo si queremos sacar todo su potencial.

Si hablamos de #kanban como un verdadero sistema Lean y de un verdadero aporte a la agilidad de la organización -que por supuesto lo es-, su puesta en marcha y su desarrollo es una apasionante aventura. Un sorprenderte caminar de mejora.