Que agile no es la respuesta para todos los contextos, retos, problema, etc, que nos encontramos en las empresas y organizaciones es algo que ya deberíamos y debemos de tener bien claro.

Argumentado y razonado en múltiples ocasiones…

En caso de que #agile sí parezca que pueda ser una #buena #respuesta, nos enfrentamos a una pregunta que debemos de resolver sin miedo a la respuesta y no podemos esquivarla:

💡 “como organización, estamos preparados para #adoptar, #adaptar y #transformar nuestra realidad laboral guiados por agile?”.

Porque no vale querer estar físicamente en forma y por otra parte no querer hacer el esfuerzo de hacer ejercicio y no querer llevar una alimentación saludable…

Eso no vale…

Porque ambas cosas, querer A y no querer ni B ni C, porque ni B ni C han formado parte de tu realidad, pero si deseas A, no es tarea fácil. Requieren sacrificio y esfuerzo y, sobre todo, querer y comprometerse. Requiere profunda y seria convicción.

Y de verdad que esto no es menor. Para nada. Muchas empresas nos llaman con la buena y sana intención, primero de conocer el mundo agile, para luego evaluar la idoneidad de trabajarla… Y la frase que más se repite tras conocerla (mínimamente) aún siendo conscientes de que sí aplica es; “uffff, yo aquí no lo veo”…

Y educada y diplomáticamente respondemos: No importa tanto que no lo veas ahora, poco a poco lo iremos viendo, pero lo que sí tienes que ver y tomar conocimiento por ello, es todo el esfuerzo que de verdad implica agile.

❤️ Vale la pena, por supuesto.

📌 Conlleva esfuerzo, por supuesto.

💪 Conocéis algo que valga la pena y no conlleve esfuerzo…