Agile Nomad

People & Culture

Es una premisa que las organizaciones del presente y del futuro son y serán ágiles. Para ello, las área y/o departamentos del mal llamado HR tienen entre su manos varios (principalmente dos) de los cometidos más ambiciosos a los que se han enfrentado en las últimas décadas.

Por una parte, y de manera casi global, HR suele ser el área que facilita, trabajar y promueve todo lo relativo a la cultura organizacional. Con lo cual, si estamos ante un cambio de paradigma cultural en el ámbito de las empresas y las organizaciones, HR tiene un papel principal, estratégico y primordial para llevar a cabo este cambio. Y luego aparece otro segundo cometido, y no en menor medida, que por obvio que parezca no es nada fácil, que es trabajar como área bajo la filosofía y principios de la agilidad.

«HR tiene un un un doble papel promover el cambio y a su vez trabajar como área bajo la filosofía y principios de la agilidad»

Ahondando un poco más en cada uno de estos cometidos. Convertirse en ágil no es moda. Es necesidad. Y para ello, HR debe y tiene que trabajar en proyectos, planes y acciones que faciliten la implantación y desarrollo de comportamientos laborales propios de la agilidad. Apoyándose en los marcos de trabajo existentes, en las metodologías existentes, etc. Diríamos que tiene la responsabilidad de diseñar una Estrategia de Agilidad a Nivel Organizacional. Lo que podríamos entender como implantar «un ecosistema de agilidad en toda la organización». Para ello, tendrá HR que diagnosticar el nivel de origen, diseñar también a nivel táctico una serie de planes y acciones a desarrollar, revisarlos para comprobar sus avances y, obviamente, corregir y mejorar lo que se considere necesario y oportuno. 

El primer cometido de HR es implantar un ecosistema de agilidad en toda la organización»

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Pero como anticipaba anteriormente, y de manera coloquial, no puedes predicar y pretender fomentar unos comportamientos que yo como área no aplico. Es decir, queda poco convincente y poco creíble; predicar sin el ejemplo. No es muy influyente, ni muy persuasivo pretender que “otros” hagan lo que consideramos que es beneficio para la organización pero por contra, yo no lo hago. Y esto no es nada fácil, porque si bien trabajar los principios de la agilidad en otras áreas puede resultar más o menos sencillo, en HR no tan fácil, no imposible, pero no fácil. Así que HR tiene ante un cometido a nivel propio de enorme trascendencia si quiere poder acometer el otro cometido a nivel organizacional. 

Porque si tengo la responsabilidad de promover el cambio de paradigma a nivel organizacional, parece de cajón que debo primero, por coherencia, trabajar a nivel interno del área bajo ese mismo paradigma que pretendemos fomentar. 

«Un segundo cometido de HR es predicar con el ejemplo aplicando la agilidad en su departamento»

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